Mi Romería 2010

Mi romería sólo se puede definir en una única palabra: "irrepetible", y lo es por varias cosas. Irrepetible por la espectacular labor que ha realizado la Junta Directiva de la Archicofradía de Nuestra Patrona, porque pese a haber llegado hace poco tiempo se ha movido: en primer lugar, haciendo una procesión por la aldea como nunca antes se había hecho, en segundo lugar recuperando los faroles que siempre habían acompañado a la Virgen de Guadalupe (y que se habían perdido hace varias décadas) y sobre todo manteniéndose firme ante la desvergüenza de una persona (y estoy exagerando con esta palabra) que se daba golpes de pecho por ser un fiel cofrade de la Real Archicofradía y que ha demostrado no serlo ni de lejos. Irrepetible, también, por el maravilloso pregón que escribió mi padre, aunque sé que no es lo correcto que yo lo diga. E irrepetible, por las experiencias que he vivido, todas ellas únicas, en estos dos días de Romería que jamás volverán. Por tanto, ahora que tenemos a la Virgen de Guadalupe en Úbeda, solo nos queda disfrutarla, porque este tiempo, a todo devoto de la Virgen, se le hace demasiado corto.